Los mosaicos de Justiniano y Teodora, tesoros del arte bizantino

imperio bizantino mosaicos personajes Jun 23, 2024
Justiniano y Teodora fueron la pareja más importante en la historia del Imperio bizantino, y dentro de la Iglesia de San Vital encontramos dos hermosos mosaicos que los retratan.

 

Si visitamos Rávena, en Italia, uno de sus monumentos mas icónicos es un edificio que por fuera no proyecta mucho esplendor: tiene una fachada muy austera y poco colorida. Sin embargo, cuando cruzamos el umbral de la entrada encontramos un impresionante tesoro artístico de época bizantina. 

Estamos hablando de la Iglesia de San Vital, que ejemplifica perfectamente los ideales estéticos, ideológicos, políticos y religiosos del Imperio bizantino en un sólo lugar. 

 

Exterior e interior de la Iglesia de San Vital en Rávena

 

Las iglesias bizantinas fueron diseñadas con mucho contraste: el exterior es sobrio y se abstiene de adornos, simbolizando lo terrenal, en cambio, el interior está ricamente decorado con mosaicos de colores que brillan gracias al oro, alabastro y otros metales preciosos, simbolizando un espacio divino. En la Iglesia de San Vital, los mosaicos interiores representan escenas bíblicas, decoraciones vegetales y las famosas Epifanías imperiales: dos enormes mosaicos en la zona del presbiterio que retratan a la pareja más importante de toda la historia del Imperio bizantino: el emperador Justiniano y la emperatriz Teodora.

 

Ubicación de los mosaicos en el presbiterio de la iglesia de San Vital en Rávena. A la izquierda el de Justiniano y a la derecha el de Teodora.

 

 

¿Quién fue Justiniano? 

 

Cuando el Imperio romano se dividió definitivamente en dos después de la muerte del emperador Teodosio I en el año 395, la parte occidental no duró mucho, poco menos de cien años cayendo en el 476. En cambio, la parte oriental, conocida como Imperio bizantino, dilató su historia casi un milenio. 

Durante este enorme periodo de tiempo, el emperador más importante y con una influencia que se extendió más allá de sus fronteras fue Justiniano (482-565). 

Subió al poder en el año 527 y desde el inicio fue reconocido por muchas de sus virtudes: era culto, encantador e ingenioso. De joven se educó en jurisprudencia, teología, historia, música y arquitectura, conocimientos que fueron de gran utilidad para sus proyectos como gobernante. 

Justiniano tuvo el sueño de devolver al Imperio romano la unidad y gloria que lo habían caracterizado, y aunque no lo logró por completo, sí tuvo grandes conquistas ayudado por el genio militar Belisario. Creó también el Corpus Juris Civilis - la mayor recopilación del Derecho romano de la época -, y fue mecenas de hermosas obras arquitectónicas y artísticas, como la propia Iglesia de San Vital en Rávena y la impresionante Basílica de Santa Sofía en Constantinopla (hoy Estambul).

 

 Mosaico de Justiniano y su séquito, iglesia de San Vital en Rávena 

 

¿Quién fue Teodora?

 

Teodora, cuyo mosaico se encuentra al lado derecho del altar de la Iglesia, fue de las mujeres más influyentes de toda la historia del Imperio bizantino. 

Mucho se ha hablado respecto a su adolescencia: su padrastro fue domador de osos y ella era actriz, bailarina y cortesana en el Hipódromo de Constantinopla, algo mal visto por las clases altas. Cuando cumplió dieciocho años se mudó a Alejandría como amante de un general y vivió con él durante cuatro años. Después de tener una hija, el general las abandonó y Teodora encontró refugio en una iglesia, gracias a ello, cuando regresó a Constantinopla tenía una visión completamente distinta de la vida, aunque siempre mantuvo sus ideales progresistas para la época.

Se hizo amiga de la esposa de Belisario y en una fiesta conoció a Justiniano, quien se enamoró perdidamente de ella; sin embargo, había una ley que evitaba el matrimonio de actrices con oficiales gubernamentales. Tuvieron que esperar a la muerte de la emperatriz Eufemia, quien se oponía tajantemente a esta unión, para que Justino (el tío de Justiniano, el emperador en ese momento) cambiara la ley y pudieran casarse.

Cuando Justiniano subió al poder, Teodora se involucró en los asuntos políticos del Imperio. Incluso, cuando se promulgó el Corpus Juris Civilis, tuvo una participación importante en las reformas legales enfocadas en la justicia y la equidad social.

 

 Mosaico de Teodora, iglesia de San Vital en Rávena

 

Los mosaicos de San Vital 

 

La construcción de la Iglesia de San Vital y su embellecimiento celebran el triunfo del cristianismo ortodoxo y del Imperio bizantino tras la conquista de Rávena. 

A pesar de su importancia, Justiniano y Teodora nunca tuvieron oportunidad de conocerla y, de hecho, ya eran ancianos cuando se crearon los mosaicos. Las escenas representan la consagración de la Iglesia, realizada por el obispo Maximiliano en el año 547 sin la presencia de la pareja imperial. 

Los emperadores son retratados como personajes semidivinos y jóvenes, de un tamaño superior al de los demás y envueltos en dignidad. Están vestidos de púrpura (un color relacionado a la realeza), coronados y tienen una aureola rodeando sus cabezas, como se suele representar a los santos. 

Estos mosaicos también nos muestran un nuevo ideal de belleza: los personajes son extraordinariamente altos, esbeltos, de pies diminutos y grandes ojos. 

Las figuras que aparecen alrededor de ellos son parte de su séquito; mientras más cerca están de los emperadores mas importantes son. En el mosaico de Justiniano, Belisario y Juliano aparecen a los lados del emperador. En el mosaico de Teodora encontramos a Antonina, la esposa de Belisario y a su hija Juana.

 

 

 

Justiniano y Teodora gobernaron el Imperio durante casi cuarenta años. Estos mosaicos son sólo una muestra de toda la historia y el arte que nos ofrecen mil años de existencia del Imperio bizantino. 

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Bibliografía:

Asimov, I. (2019). Constantinopla. Madrid: Alianza Editorial

Beckwith, J. (2010). Arte paleocristiano y bizantino. Madrid: Cátedra

Hernández de la Fuente, D. (2014). Breve historia de Bizancio. Madrid: Alianza Editorial

Herrin, J (2001). Mujeres en púrpura. España: Taurus Historia

Hughes, B. (2018). Estambul: La ciudad de los tres nombres. Barcelona: Crítica

Krautheimer, R. (2011). Arquitectura paleocristiana y bizantina. Madrid: Cátedra

Mango, C. (1989). Arquitectura Bizantina. Madrid: Aguilar

 


 

Autora

Sara Padilla.  Licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y escritora con estudios en Escritura Creativa y Crítica Literaria por la Universidad Nacional Autónoma de México. 

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