Francisco I y el Renacimiento
May 26, 2024Francisco I fue un rey vigoroso, valiente, fundamental mecenas, todo un icono del humanismo e impulsor del Renacimiento en Francia.
Francisco I (1494-1547) destaca como uno de los grandes gobernantes de la monarquía francesa. Fue un rey humanista que desempeñó un papel primordial en el desarrollo de las artes y la cultura.
Su madre, Luisa de Saboya, quedó viuda de Carlos de Valois, conde de Angulema. Siendo ella muy joven y con dos hijos pequeños, Margarita y Francisco, la reina viuda fue acogida en la corte del rey Luis XII, primo de su esposo.
La princesa de Saboya era una mujer instruida con muchas inquietudes por las ciencias y las artes. Al vivir en la corte, tuvo la oportunidad de seguir su formación humanista y se preocupó porque sus hijos también la adquirieran. Esto fue decisivo para el futuro del reino, ya que Francisco, cuando subió al trono, fue el máximo promotor del Renacimiento en Francia.
Francisco I de Francia, J. Clouet, 1525
En la época en que Francisco fue coronado, el reino se encontraba inmerso en guerras en territorios italianos. El rey tenía interés en posicionar a Francia política y militarmente, pero al adentrarse en la península itálica para continuar con las campañas militares, quedó maravillado por el arte y la cultura del territorio. Conoció obras maestras y contactó a varios humanistas y artistas, entre ellos Leonardo da Vinci (1452-1519), Rosso Fiorentino (1494-1540) y Francesco Primaticcio (1504-1570). Fue tanta la influencia italiana en él, que deseó emular aquellas cortes con las que tuvo contacto y pasar a la historia como un gran mecenas del arte y la cultura.
Cuando regresó a Francia, en el anhelo de posicionar su reino como potencia cultural, tomó decisiones trascendentales. Creó espacios intelectuales como la Biblioteca Real y la Imprenta Real; mandó llamar a humanistas, arquitectos y artistas italianos para la reconstrucción de algunos palacios, como el del Louvre y crear algunos nuevos, como el castillo de Chambord.
Su primer proyecto fue la decoración del palacio de Fontainebleau donde se marcó la pauta del nuevo estilo e inició propiamente el Renacimiento en Francia. Primaticcio y Fiorentino fueron los responsables de crear los suntuosos interiores. Uno de los anexos mas bellos y fastuosos es la hoy llamada Galería Francisco I que presenta una profusión visual de estímulos. El color, la textura y opulencia fueron los elementos principales de estos interiores, de los que se valió Francisco para transmitir sus ideales políticos, de estado y, por supuesto, estéticos. Gracias a estos trabajos y a la presencia de otros artistas italianos se creó la “Escuela de Fontainebleau”, donde se formaron artistas franceses.
Francisco I y Rosso Fiorentino, I. Patrois, 1865.
De todos los artistas italianos que llegaron a Francia, Francisco I estableció una estrecha relación personal con Leonardo da Vinci.
Se habían conocido en Bolonia en 1515 y desde entonces el artista despertó la admiración del rey. Dos años después de su primer encuentro, Francisco I lo mandó llamar y, aunque da Vinci ya era un anciano, fue nombrado primer pintor, arquitecto e ingeniero real. Para que viviera con comodidades, el rey le obsequió a da Vinci el castillo de Clos Luce, ubicado muy cercano al castillo de Amboise, la residencia del rey.
El artista, aunque desgastado por la enfermedad, colaboró en varios proyectos como el diseño de la espectacular “doble escalera de caracol” para el castillo de Chambord, en el proyecto de una nueva ciudad, un nuevo palacio, así como en la organización de festejos en los que creaba espectaculares escenografías con arquitectura efímera. Se cuenta que en un festejo en honor al rey, Leonardo construyó un león autómata que abría sus fauces y de él brotaban flores de lis que cubrían el suelo.
A principios de abril de 1519 la enfermedad de Leonardo llegó a su límite y, cuenta la tradición, mientras estaba moribundo en su lecho, el rey llegó a hacerle compañía, lo sostuvo en sus brazos y fue en ese momento que el artista exhaló su último suspiro. En esta obra de Ingres, La muerte de Leonardo da Vnci, se ejemplifica claramente la relación del artista y el rey. Ingres se inspiró en el libro de Vasari, Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos, que relata esta escena: Leonardo, sintiéndose en los brazos del rey, y no creyendo que honor más elevado fuese posible, falleció entre ellos, a la edad de 75 años.
Francisco I recibe el último suspiro de Leonardo da Vinci, J.A.D. Ingres, 1819
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Fichas de las pinturas:
Francisco I de Francia, Jean Clouet, 1525, óleo sobre tabla, 96 x 74 cm, Museo del Louvre, París.
Francisco I y Rosso Fiorentino, 1865, óleo sobre lienzo, Museo de Blois.
Francisco I recibe el último suspiro de Leonardo da Vinci, J.A.D. Ingres, 1819, óleo sobre lienzo, 40 x 50.5 cm, Petit Palais, París.
Bibliografía
Historia de Francia, R. Price, 2016, Akal, España.
1000 Obras Maestras de la Pintura Europea. Ch. Stukenbrock y B. Töpper, 2005, Ed Könemann, China.
Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores, G. Vasari, 2014, Ed. Cátedra, España.
Ingres, A. Carrington Shelton, 2008, editorial Phaidon, China.
Leonardo da Vinci, Marcel Brion, 1995, Ediciones B, Barcelona.
Autora
Magda López. Licenciada en Ciencias del Arte y Gestión Cultural por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Maestra en Humanismo por la Universidad Panamericana Campus Bonaterra y ha cursado diversos diplomados en historia y arte.